miércoles, 12 de agosto de 2009

http://abzurdahcielolatini.blogspot.com/2007/09/prologo_10.html


Sí, ese es mi nombre. Cielo. Poco común, pero claro: no podía llamarme de otra manera. Era previsible que mi nombre no podía ser común, tenía que ser especial. A veces me pregunto si me castigaron por toda mi vida mis viejos al darme ese nombre. Quizás si me hubiera llamado Florencia o Marta no me hubieran sucedido mitad de las cosas que me tocó vivir, sufrir, negar, experimentar, etc.


No hay comentarios:

Publicar un comentario